
En este blog hablamos sobre muchas cuestiones musicales. Sin embargo, hay un tema muy interesante que no se suele tratar: el origen de la palabra «música». Para abordar el asunto vamos a echar la vista atrás, a la antigua Grecia, en concreto a un mito muy curioso.
El dios Hermes, mensajero de Zeus, tropezó con el caparazón de una tortuga muerta. De casualidad hizo sonar sus tendones. Ésto le inspiró a crear la lira, que posteriormente regaló al dios Apolo.
Según un mito griego, Dioniso, el dios del vino, las festividades y el teatro, creó el aulós, una especie de flauta doble. Sin embargo, justo después de tocarlo lo tiró, al darse cuenta de que sus rasgos se deformaban al soplar. El sátiro Marsias recuperó el instrumento y después de tocarlo decidió retar al dios Apolo a una competición musical.
El jurado de la competición fueron las musas, divinidades inspiradoras de las artes. Después de ver las actuaciones dieron como vencedor a Apolo, porque pudo cantar y tocar la lira a la vez.
La palabra “música” procede de la expresión latina “ars música” que es una copia del griego “mousiké techne” que traducido es el arte de las musas.
Es curioso cómo al cabo de miles de años, las palabras todavía guardan la memoria de los lugares donde fueron creadas y transmiten, de alguna manera, cómo vivían y sentían sus emociones.